LA MUÑECA MALVADA DE MI PRIMA
Era la muñeca de mi prima menor. Ya había olvidado todo hasta hace unos días que me empezaron a suceder cosas extrañas. Fui a mi sótano para buscar mi diario en el cual escribía de niño todo lo que me pasaba:
“Hoy le trajeron a mi prima, una muñeca del tamaño de una niña de 3
años de edad. A mí me dio miedo no sé porqué, pero a todos les
encantaba”, fue lo primero que leí cuando abrí el diario.
Esas palabras me trajeron a la mente todos los recuerdos terroríficos
que había olvidado. Qué desgracia volver a recordar todo. Seguí leyendo
el diario:
El día de hoy, mi hermana trajo la muñeca a la mesa en donde almorzábamos. Todos reíamos porque estábamos recordando el paseo a la
playa hace un mes. Fue divertido ir a la playa y jugar a quien hacía el
mejor castillo de arena. Pero me di cuenta que la muñeca me miraba
fijamente. Entonces paré de reír y me la quedé mirando. La piel se me
puso como de gallina. Pero pensé que tal vez era cosa mía y seguí riendo
con mi familia.
Luego del desayuno mi prima me pidió que le trajera por favor su
muñeca que había dejado en la mesa de desayuno. Entonces fui porque mi
hermana se estaba bañando. Regresé a la mesa y no encontré a la muñeca.
Volví a preguntarle a mi prima si es que estaba segura de que había
dejado la muñeca en el comedor y ella me dijo que sí estaba segura.
Entonces volví y esta vez sí encontré a la muñeca. Me asustó mucho esto
porque en la casa solo estábamos mi hermana y yo ya que mis padres se
habían ido de compras.
No podría dejar de pensar en lo que había ocurrido. Ese día durante
la noche, no podía dormir. Así que bajé a la cocina a tomar un vaso de
leche. Tenía miedo caminar por la casa de noche pero me ganaba la sed
que tenía. No vi a la muñeca ni nada, menos mal. Al regresar a mi cama,
iba a apagar la luz, pero ¡Oh, No! se me apareció la muñeca. Me estaba
sonriendo de una forma muy malévola y yo quedé paralizado sin saber qué
hacer.
La muñeca se me tiró encima mío y empezó a morderme e arrodillarme . Me estaba lastimando mucho y empecé a sangrar. Pero mi
instinto de supervivencia hizo que me defienda con todas mis fuerzas.
Tomé mi sábana y empecé a ahorcar a la muñeca. Pero me di cuenta que no
le hacía nada (lo que me hizo pensar que no tenía vida y que estaba poseída por algún demonio).
Entonces tomé una botella de vino que tenía debajo de mi cama y empecé a
darle con él a la muñeca. La botella se rompió y la muñeca terminó
bañada en alcohol. Entonces empecé a buscar en mi cajón de noche y cerca
a mis cigarrillos encontré un encendedor. Aproveché y la prendí en
llamas. La muñeca seguía moviéndose como loca y tuve que tirarla por la
ventana.
Mi pared era roja y al ver que tenía sangre en mi cuerpo, parecía que
mi cuarto estuviera bañado de mi sangre. Me desmayé por la fatiga y el
susto. Pensé que me estaba muriendo.
Al día siguiente me desperté en mi cama con mis padres y el médico.
Estaba recuperándome pero había un detalle: Mi prima no estaba. Cuando
le pregunté a mi mamá en dónde estaba mi prima, ella me dijo que
estaba en la escuela. Entonces me quedé más tranquilo. Pero mi mamá me
dijo que mi hermana se había llevado a la muñeca a la escuela. No le respondí poco después nos enteramos que mi prima se había muerto.
FIN
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